La muerte no siempre implica la perdida de algo, si bien esta relacionada con esto, depende de la perspectiva con que se vea. La muerte no siempre es el fin de algo, puede también ser el inicio a algo nuevo, dar fin a un ciclo para empezar uno nuevo y mejor, dependiendo de nuestras intenciones.
Una muerte simbólica por ejemplo nos ayuda a reflexionar, pensar en como somos, nuestras virtudes y defectos, en como nos ven los demás y especialmente en como queremos que nos recuerden. Hacer este ejercicio (muerte simbólica), implicaría el pensar que ya no existimos, es decir ya no estaremos mas con nuestros seres queridos y/o conocidos; y ellos no tendrán de nosotros mas que los recuerdos, el recuerdo de como eramos, es ahí donde la imagen que tienen los demás de nosotros importa mas de lo que pensamos, ya que si un día dejásemos de existir esa imagen sera la recordada.
Entonces ¿Quién soy? y ¿Cómo quiero que me recuerden?, son cosas fundamentales a la hora de pensar en nuestra muerte. En principio para dejar que los demás nos conozcan, debemos conocernos nosotros mismos, esta es una tarea difícil, debemos aprender a identificar nuestras virtudes y defectos, así mismo también aceptar lo que las personas de nuestro al rededor piensan de nosotros. Así mismo el aceptarnos a nosotros y aceptar la imagen de notros nos ayudan a reflejar lo que en realidad somos y el como quiero que me recuerden, esto sin dejar de ser uno mismo porgue habremos alcanzado el nivel de conocernos antes a nosotros que conocer de los demás.